Compartimos un extracto del V apartado del libro REFLEXIONES II de Eduardo Bonnin con título : La Iglesia. Un cristiano solo no es cristiano.
Los Cursillos no intentan conseguir personas de Iglesia -que siempre las hubo-, sino una Iglesia de personas, que con firmeza, decisión y constancia, puedan dar testimonio del gozo y alegría con que se vive lo cristiano, cuando es vivido en espíritu y en verdad.
Sin duda, es preferible una Iglesia de personas a un conjunto de personas de Iglesia. Los primeros ejercen la virtud de optar, frente a los otros que optan por la virtud. La eficacia de los primeros aporta fermento a la Iglesia, por su convicción, su decisión y su disposición. La presencia de personas de Iglesia, en lugar de fermentar, fomenta la religiosidad, el paternalismo y la obediencia.
De Colores!