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Rollo de la Escuela de Dirigentes por Carlos Mántica

Pero sobre todo, el crecimiento del cursillista requiere la Escuela de Dirigentes. No hablo, desde luego, de las sesiones de Escuela, donde pueden impartirse cursos por demás edificantes, sino de la Escuela de Dirigentes que recoge “Ideas Fundamentales”, y que refleja la mentalidad de Cursillos de siempre. Hablo de la Escuela como “un grupo de Dirigentes que, en clima de Reunión de Grupo, buscan estar cada día más centrados, más comprometidos y más conjuntados, para acelerar, en sí mismos y en los demás, la vivencia de lo fundamental cristiano”. Hablo, pues, de un grupo de Dirigentes que, por estar más comprometidos con Cristo y con los Hermanos, quieren, y porque están más centrados, pueden, y que, si están conjuntados, logran elevar el “standard” de vida cristiana de cada uno y de la Comunidad Ultreya.

Y con esto llegamos a lo que considero la parte más esencial de este Rollo. Sin duda, la mayoría de ustedes han hecho un Cursillo de Cursillos, y, sin duda, recordarán que el Cursillo de Cursillos termina con un Rollo, que el rector suele decir es el más importante de todos porque, sin ello, el Cursillo de Cursillos no tendrá los frutos que debe tener. Es donde se propone, como solución a todos los problemas de Cursillos, el salto desde la estructura a la persona. Y en donde se enumeran y explican las funciones del dirigente, que, sin duda, todos recordamos. Estas funciones son: conocer, situar, iluminar y acompañar.

¿Conocer, situar, iluminar y acompañar a quién? A la persona. Conocer a cada persona concreta; situar a cada persona concreta, iluminar a cada persona concreta y acompañar a cada persona concreta. Preguntémonos, sin embargo, de qué se habla hoy; ¿en qué se piensa hoy en muchos de nuestros Secretariados? ¿En el calendario de Cursillos? ¿En las Finanzas? ¿En las publicaciones?

¿Qué se evalúa en la Escuela? El acto de la Ultreya, la calidad de las vivencias; la centración de la Ultreya; el contenido del curso, las verdades, la técnica, los Rollos. ¿De qué se preocupa el Dirigente? ¿Del Rollo que se le asignó para el próximo Cursillo o de qué dirá en la visita que cree dirigir en la siguiente Ultreya?  pag 88

LO QUE INTERESA A LA PERSONA.

No quiero abundar en esto porque únicamente pretendo señalar la necesidad absoluta de un cambio de mentalidad hacia la verdadera mentalidad de Cursillos; la necesidad del paso de una mentalidad funcional, donde lo que interesa son las estructuras y sistemas, las actividades y las funciones, a una mentalidad pastoral, donde lo que interesa es la persona. Y cada persona concreta. Esa mentalidad es la verdadera mentalidad de Cursillos.

Al hablar de la finalidad de los Cursillos, decimos que éstos no apuntan directamente a la estructura, sino que se centran primariamente en la persona. En el Precursillo interesa la persona: su personalidad, su disposición, su circunstancia. En el Cursillo interesa la persona. De ahí la llamada labor de pasillo. Cuando definimos como un grupo de personas que convergen en determinado tiempo y lugar. El Grupo es un grupo de personas. Lo importante no es la reunión, sino las personas que se reúnen. Lo importante de la Ultreya son las personas. “No interesa que el acto salga bien, sino que las personas salgan mejor”, solemos decir. La Escuela no es el lugar ni la reunión, sino las personas que la integran, un grupo de personas comprometidas, centradas y conjuntadas para acelerar en sí mismas y en los demás la vivencia de lo fundamental cristiano. Finalmente, el Secretariado es también un Grupo, reunión de Grupo en la cumbre, reunión de personas al servicio de personas. A cristo no le interesa el mundo, sino cada persona concreta, porque el mundo acabará, pero las personas, no. Desde siempre fue “slogan” de Cursillos aquella frase de Chesterson, que “para enseñar latín a Juan, lo importante no es saber latín, sino conocer a Juan”.

La literatura de Cursillos ofrece a la persona – a cada persona – dos elementos que son necesarios para su crecimiento.

1°. Unas funciones que el dirigente debe realizar c on cada persona que ha hecho el Cursillo, y

2°. Un temario o esquema de las verdades y de las á reas, en la vida de la persona, que el Dirigente debe consolidar mediante un tratamiento individual. Las funciones se señalan en el Cursillo de Cursillos, y se explican ampliamente en “ Vertebración de Ideas”.

Son como hemos dicho ya, las funciones de
• Conocer,
• Situar,
• Iluminar y
• Acompañar.

Estas son las funciones; pero ¿cuál es el contenido de ese tratamiento individual? ¿Qué verdades se supone que han de hacerse vida, o qué áreas de la vida se supone que deben consolidarse durante ese conocer, situar, iluminar y acompañar?

Lo que estoy pretendiendo señalar es simplemente que el Dirigente, para realizar sus funciones de conocer, situar, iluminar, y acompañar, necesita igualmente de una visión, de un plan de crecimiento, para llevar al cursillista desde donde está, hasta donde Dios quiere que esté.

Necesitamos buscar maneras aptas para realizar este tratamiento individual. Conozco diversas fórmulas o maneras, que se han experimentado en diversas partes del mundo, pero no se trata ni de señalar, ni de recomendar ninguna de ellas. Trato simplemente de señalar que nuestra responsabilidad con cada cursillista, incluye el compromiso de un cuerpo colegiado de dirigentes que, mediante unas funciones y conforme a una visión o contenido de lo que tal crecimiento supone, vaya iluminando y acompañado su crecimiento hasta llevarlo a una auténtica madurez, al tiempo que se le permite que se sitúe, iluminando su camino, en el lugar que Dios reservó para él, como asiento numerado, en el mundo y en la Iglesia.

Sintetizando lo dicho, creo que nos daremos cuenta:

Primero, de que no debemos evadir, a riesgo de ser incongruentes, la responsabilidad o la obligación de Cursillos, de cumplir con su finalidad misma que en forma inmediata ha sido definida como el procurar la progresiva conversión integral de la persona.

Segundo, que para este crecimiento, cada una de las estructuras de Cursillos (Reunión de Grupo, Ultreya; Secretariado, y  90 Escuela) juegan un papel complementario, de modo que no pueda prescindirse de ninguna de ellas sin poner en peligro el logro total.

Tercero, que al mismo tiempo en cada una de estas Estructuras, es decir, a nivel de Reunión de Grupo, a nivel de Ultreya y a nivel de Escuela y Secretariado, son los Dirigentes quienes, como cuerpo colegiado e individualmente, están supuestos a enseñar latín a Juan, porque conocen a Juan, y pretenden iluminarlo conforme a un contenido, conforme a un plan concreto de desarrollo, acompañándolo en este peregrinar, hasta dejarlo situado en el lugar del mundo y de la Iglesia, que Dios nuestro Señor, con ilusión infinita, planteó un día para él.