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SUGERENCIAS AL PROYECTO DE ACTUALIZACIÓN DE IDEAS FUNDAMENTALES

Estimados amigos
A pesar de más de 30 años que Eduardo y amigos hicieron estas sugerencias, éstas están más actuales que nunca. Todos los cambios que se han hecho a través de los años han sido: por no profundizar en la verdadera «Verdad Histórica» o por ir desviando y alterando la finalidad de los Cursillos de Cristiandad auténticos.
Profundicemos amigos en la historia y la prehistoria de Cursillos. Encontraremos «los porque» de cada uno de los elementos. Si continuamos imitando lo que nos enseñan los más antiguos, seguiremos desviando nuestros amados Cursillos.
De Colores
Carlos Muñoz

Mallorca, Octubre de 1990

1.- Los abajo firmantes, por razones obvias, no podemos eludir el deber de profundizar en los contenidos fundacionales de Cursillos y poner de manifiesto en cada ocasión en que se ponen en riesgo.
Asumimos el hecho de haberlo hecho así tan sólo tímidamente en el pasado, pero tampoco hay que olvidar que no nos dieron “cancha” para ello.

2.- Desde esta convicción, no abrigamos ningún temor a que en el método se introduzcan cambios que sean coherentes con el núcleo de lo que, por ser tan esencial, no es negociable; y en esta línea comenzaríamos por proponer el cambio del propio nombre del Movimiento, para que se denominara en lo sucesivo “Cursillos de Cristiana”.

3.- Leído el “Proyecto de Actualización” desde esta óptica, nos duele ver que no contiene una verdadera actualización del mensaje, sino que lo diluye en las modas y los modos eclesiásticos al uso, despuntando su voluntad primigenia de incidir en el mundo real, con lo que el Movimiento podría alumbrar cada vez más personas de Iglesia, pero no una Iglesia de personas, ni unos ambientes vertebrados en la amistad con Cristo y con los demás sin perder su naturalidad seglar.

4.- Especialmente graves y significativos son los cambios regresivos que se proponen para el Cursillo, y la evidente presunción que establece el Proyecto de que las distintas piezas del Postcursillo-Reunión de Grupo, Ultreya y Escuela de Dirigentes- carecen de métodos o mecanismos propios y específicos de validez general.

5.- En cuanto a la propuesta de cambios en el Cursillo propiamente dicho:
a) El proyecto parece ignorar que al inicio del primer día del Cursillo se intenta mostrar a la persona lo más esencial que le ha dado Dios: su libertad- que le permite tener un Ideal propio y su Gracia; y que ambas cosas exigen que el Tercer Rollo o tema sea la explicitación de lo que sucede cuando Libertad y Gracia convergen: que es lo seglar.
Por tanto, es el seglar y la seglaridad, y no la Iglesia, lo que siempre se ha tratado en ese momento del Método (al principio, en la perspectiva vigente en los años cuarenta, en la Acción Católica, y con mayor universalidad después).
La Iglesia, en el Cursillo, se da a conocer por impregnación, se transpira.
Como el poeta pudo decir a la dama de sus sueños: “Poesía eres tú”, el Cursillista percibe con claridad: “La Iglesia es esto”, lo que ha vivido en el cursillo, o que debería de serlo. Si se le explica, se le complica.
A este respecto es curioso comprobar la enorme cantidad de veces que en el “Proyecto de actualización” en su conjunto se menciona la Iglesia y lo eclesial, y qué poco se habla de Cristo y de la Amistad.
Justo al revés que en los auténticos textos fundacionales. ¿Somos conscientes de que la Persona de Cristo tiene un enorme atractivo para el hombre normal de fines del siglo XX que, en cambio, no tiene ningún entusiasmo y sí algún rechazo por la institución eclesiástica?

b) Si se quiere compendiar en un solo Rollo los temas de Gracia, el segundo “Rollo Místico” nunca debería ser sobre la fe, como ya pretendieron hace años los extintos cursillos de militantes de la JACE.
La fe es en el Cursillo una respuesta, nunca una pregunta. Toda la Metodología apunta a aprovechar la poca o mucha fe que tiene ya el Cursillista y cuestionársela es absolutamente contraproducente.
En el caso indicado de no mantener los Rollos de Gracia, éste podría versar sobre “Lo fundamental Cristiano”, por supuesto que desde una perspectiva de proclamación, y no de mera disertación.

c) La pretensión de cambiar el Rollo de Estudio por un Rollo de Formación es especialmente reveladora de falta de la mentalidad fundacional, que parte del protagonismo de la persona. Estudio es algo que la persona hace (si quiere); Formación es algo que la persona recibe.
El estudio puede llevar al hombre a cualquier parte, es creativo; la Formación quiere llevarle a un modelo preestablecido; es imitativa.
Cristo posibilita y exige a todos reflexión, pero el aprendizaje será siempre a “medida”; Fundamentalizar este aprendizaje tiene un transfondo elitista contrario a la misma esencia de Cursillos.

d) Pretender cambiar Estudio del Ambiente- que es el Rollo que contiene la síntesis de todo el Movimiento cuando es auténtico- por otro sobre Estudio y Animación Cristiana de los Ambientes resulta igualmente penoso.
Los Cursillos quieren aportar a la persona un porqué y ayudarle a descubrir el qué de su realidad, pero huyen de imponerle o siquiera sugerirle el “cómo” tiene que encararla, puesto que nadie descubrirá mejor ese cómo de cada uno, si vive en Reunión de Grupo.
En el Cursillo debe ayudársele a conocer sus ambientes y explicarle los engranajes vivos y personales que existen en ellos mismos y en su ambiente para transformarlos. Pero es el Cursillista quien sabrá mejor que nadie cómo debe incidir en ese ambiente.
No deja de ser cómico que se hable de animadores cristianos de los ambientes, tal y como existen animadores turísticos en los hoteles masificados, o como si nuestra misión fuera asimilable a la de unas majorettes en un partido de baloncesto de la NBA.

e) El Rollo seglar que sigue a Estudio del Ambiente (y que se imparte al iniciar la tarde del tercer día) debe ser un exponente claro y vivencial de cómo es un ambiente humano cuando ya está impregnado de Cristo y vertebrado por seglares auténticos. Este rollo puede denominarse Cristiandad, o de otra forma, pero su contenido ha de ser éste.
Querer alterar esta lógica e introducir en este punto un Rollo sobre “Comunidad Cristiana” indica indubitablemente que de manera previa se ha desechado mantener la finalidad del Movimiento y que se apunta a una incardinación del Cursillista en ambientes o estructuras antes- o en vez- de promoverle hacia sus propios ambientes seglares.

f) Observamos también que, pese a nuestras reiteradas peticiones en contrario, sigue manteniéndose la absurda supresión del Rollo El Cursillista más allá del Cursillo, que es precisamente el más en punta y el más seglar del conjunto y que cubre el imprescindible fin de centrar el fin de centrar los encuentros del Cursillo en la persona, antes de plantearle su dimensión colectiva de Grupo y Ultreya.
Nunca hemos oído ni una sola razón que avale la mutilación del Método, si no es una vaga apelación a lo apretado del horario que desde luego no es de recibo cuando se cumplen los tiempos acordados.

g) Proponer que los dirigentes pasen a denominarse “responsables” es igualmente deplorable desde la Mentalidad Fundacional.
Dirigentes son, por la Gracia del Señor, algunos y responsables somos todos.
Si a alguien se le designa dirigente, se le está sugiriendo algo que puede ser y algo que puede hacer; si se le nombra responsable, se le sugiere lo que le puede pasar si no lo hace.
“Dirigente” ser refiere a la capacidad de dirigir, que es algo dinamizante y motivador, “responsable” alude sólo a la obligación de responder.
El rector se denomina así en el Cursillo dentro del estudio de ironía propio del método. Quien no sabe apreciar la ironía, no sabrá tampoco humanizar el mensaje.

6.- En lo que se refiere al postcursillo y a sus métodos específicos, en lugar de recobrar la perspectiva inicial y genuina de Cursillos se avanza en la línea ya iniciada hace años de desvalorizar los medios que tantas cosas han hecho posibles, en lugar de profundizar en su comprensión y actualizar de ello lo que proceda, si procede.
Desde luego, no son esenciales en el cristianismo, pero sí lo son el Método el esquema de Reunión de Grupo definido en el Cuento Contigo y elproceso de la Ultreya netamente vivencial, centrado en Reuniones de Grupo de participantes no habituales, y seguida de la experiencia de alguien y de breves intervenciones o comentarios a la misma, para terminar ante el Sagrario.
Por el contrario, si pretendemos entrelazar la Ultreya y la Eucaristía estamos confundiendo los planos, y alterando sustancialmente, aun sin querer, el papel de los sacerdotes en la Ultreya.
En la Ultreya se comparte lo que se vive; en la Eucaristía se participa en lo que Cristo y la Iglesia son.
En la Ultreya el sacerdote asiste como el cristiano que sigue siendo; en la Eucaristía asume su función de Cristo entre nosotros.
Parafraseando a San Agustín, podría decirse: ”Con vosotros (en la Ultreya) soy cristiano, para vosotros ( en la Eucaristía) soy Obispo (o sacerdote)” . A veces mezclar varias cosas enriquece el conjunto, pero otras veces- y desde luego en esta ocasión- confunde, si no marea.
Por otra parte. Hemos sentido siempre una gran simpatía hacia la misa luba, la misa criolla, etc., que son expresión de la singularidad de determinadas culturas hoy en minoría; pero por ello mismo, teniendo la Ultreya vocación mayoritaria, hemos rechazado desde siempre la existencia de misas cursillistas, que empañarían nuestro verdadero perfil.
Aparte de alterar el papel del sacerdote en la Ultreya, incluir la Eucaristía en ella haría sin duda aflorar curiosos papeles de seglar a menudo poco seglares, como los del coro, el lector, el acólito, el de cepillo o la colecta, etc.

Otra dimensión tienen en cambio las Ultreyas extraordinarias que se celebran con carácter Diocesano, Nacional o Internacional, donde si cabe claramente, y aun es aconsejable, la inmediatez de la celebración Eucarística.

7.- En resumen y sintetizando, los textos del “Proyecto de Actualización de Ideas Fundamentales” están orientados desde una óptica cristiana que nos parece infantil, que trata a los dirigentes como a servidores serviles de los demás y a los Cursillistas como si fueran tontos.
Aunque se alude reiteradamente a respetar la vocación personal de cada uno, se omite que en la práctica totalidad de los casos, ésta está ya en avanzado desarrollo cuando se asiste al Cursillo, y consiste en su realización como persona dentro de los ambientes del mundo en que viene desarrollando su vida.
La ambigüedad existe en todo el “Proyecto” respecto a este punto, entendemos tiende a fomentar el hacer de los de siempre, para poder ellos librarse de tener que ser.
En ningún momento observamos ningún esfuerzo serio para que los Cursillos sean algo más ilusionantes para los que viene “de fuera”, para mantenerles en creciente ebullición cristiana tras haber vivido la experiencia del Cursillo.

Firman:
Eduardo Bonnin
Francisco Suárez
Pbro. Francisco Forteza

Introducción sobre el Carisma Fundacional

El Carisma Fundacional
El Carisma es un don de Dios. La Iglesia tiene muchos carismas, tantos como el número de persona que la componen. Carismas reconocidos tiene muchos según los archivos del Vaticano. San Pablo define Carisma como: “dones espirituales que Dios da a quien quiere, para beneficio de la comunidad y que es reconocido por la jerarquía”.

Requisitos del Carisma:
Don de Dios
Concedido a una o varias personas
Es un beneficio o regalo para la comunidad
Reconocido por la jerarquía
Características

Inmutabilidad
Un carisma no se puede cambiar, alterar o modificar porque si no ya no es el mismo.

Fidelidad
Para comenzar éste carisma no le pertenece al que lo administra, puesto que es un regalo de Dios que da a quien quiere.

Las personas que siguen un carisma deben de ser fieles a éste para lograr la finalidad que se propone. Las personas que siguen un carisma serán como los custodios, los administradores, los guardianes. Para lograr mantenerse fieles al carisma de fundación y guardarlo como comenzó es necesario conocer el carisma en su qué, quién, cómo, por qué y para qué. Y no basta conocerlo sino que entenderlo, asimilarlo y vivirlo.

Los administradores deben preguntarse: ¿Estoy administrando bien lo que se me ha entregado? ¿Estoy siendo fiel y juicioso en la administración de los bienes que le pertenecen a otra persona? ¿Reconozco que el Señor me ha llamado para ser responsable y rendirle cuenta por los bienes que él me ha dado para cuidar? ¿Estoy siendo obediente a él con lo que me pidió? Continue reading “Introducción sobre el Carisma Fundacional” »